QUE TE PIDAN UN ZAPATO POR LA CALLE Y OTROS SUCESOS EXTRAÑOS

Últimamente se me acumulan sucesos extraños. Os cuento. El otro día subía yo una cuesta considerable camino del cole de mis hijos renegando de los tacones en un día de mucho trote y se me para al lado un hombre en una moto. Me pregunta muy amablemente que si le dejaría un zapato porque está haciendo una yincana (por cierto, se escribe así, no es un error… 20 años escribiéndolo mal…) con sus amigos y tiene que presentarse en el restaurante con un zapato de mujer o tendrá que pagarles la comida a todos. Que se lo lleva pero que me lo trae en un momento, me dice.

Ayer me pica al despacho un señor mayor, que está buscando a un amigo suyo que le perdió la pista hace 15 años y que le suena que su hijo trabajaba en una empresa que es proveedora nuestra (imagino que vería alguna furgoneta de esa empresa en nuestra puerta) pero que también le perdió la pista al hijo hace 15 años, eh?

Pues nada, ya me veis a mi en medio de una calle apoyada en una moto (con las llaves puestas, que una es buena samaritana pero no imbécil) descalza de un pie esperando a que el no-príncipe azul me traiga un zapato. Al día siguiente haciendo llamadas a las delegaciones de la susodicha empresa buscando a un tipo con solo su apellido, pero lo encontré y el vecino encontró a su amigo.

Y todo esto me ha dado que pensar. ¿Qué pasaría si todos confiáramos un poquito más en la gente? en que no nos diera miedo preguntar aquello que queremos saber, en que pudiéramos hablar presuponiendo una amabilidad… Yo misma me he encontrado a veces tentada de parar a alguien que lleva algo maravilloso para preguntarle dónde lo había comprado, pero no lo he hecho por miedo a una mala contestación.

Y es que, no se si es por la vida esta loca que llevamos, por el ensimismamiento que nos provoca mirarnos tanto el ombligo o el móvil, pero nos falta interacción y sobretodo nos falta mirar con ojos amables al prójimo.

Lo «normal» es que nos atiendan sin que nos miren, que nos vayamos sin un adiós, que nos increpen en el coche o que increpemos porque no arrancan al segundo en el que el semáforo ha cambiado y eso al final hace de nuestra día a día algo gris, feo y aburrido.

Admito que el del zapato fue audaz, lo normal es que yo le hubiera dicho que no. Pero me lo pidió tan amablemente que a pesar de mis recelos, fui incapaz de negarme. Él gano su apuesta y yo una sonrisa el resto de la tarde.

Víctor Küppers habla largo y tendido sobre este tema, si no lo has escuchado o leído algo suyo, ya estás tardando. Porque aspiramos a dejar un mundo mejor a nuestros hijos pensando quizás en grandes gestas, cuando es muy muy probable que viéndonos tratar con amabilidad al vecino quejoso o a la dependienta pesada, les estemos dando la clave para mejorar nuestro pequeño mundo: la amabilidad. Sé amable, provoca sonrisas y no habrá nadie que te pueda negar nada. Comprobado.

7 Comentarios en QUE TE PIDAN UN ZAPATO POR LA CALLE Y OTROS SUCESOS EXTRAÑOS

  1. Yolanda
    25/01/2019 at 11:20 (4 años ago)

    Como decía Henry James, hay tres cosas importantes en la vida: ser amable, ser amable y ser amable!

    Responder
    • Lorena Valera
      25/01/2019 at 12:11 (4 años ago)

      Toda la razón!!!

      Responder
  2. Isabel
    25/01/2019 at 11:25 (4 años ago)

    Eres única !!!!! Gracias por compartir estas grandes anécdotas. Gracias por ayudarnos a reflexionar.
    Mil Besitos , Cariñete.

    Responder
    • Lorena Valera
      25/01/2019 at 12:12 (4 años ago)

      Gracias vida! Tu si que eres única!!!

      Responder
  3. Esme
    25/01/2019 at 19:44 (4 años ago)

    Un post encantador!! Gracias por compartirlo…:)

    Responder
  4. Pilar
    26/01/2019 at 16:45 (4 años ago)

    Me ha encantado y es una pena que no seamos más humanos y amables. quédate con la sensación de que has hecho algo genial para alguien y lo más importante, sin esperar nada a cambio!

    Responder
  5. Carolina
    26/01/2019 at 22:39 (4 años ago)

    Pues que te como y punto….a la gente especial le tienen que pasar cosas especiales….esa es la explicación!!!!!BO-NI-TA y ahora no hablo de ti por fuera…sino por dentro!!!!

    Responder

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *